Yoga

Pocas cosas son mejores para la rutina del paciente de Parkinson que el ejercicio físico. Ayuda a prevenir o retrasar la enfermedad y aumenta la calidad de vida. Pero el deterioro motor y cognitivo progresivo que causa esta enfermedad puede limitar a los pacientes en algunos deportes. Por eso, actividades como el yoga pueden ser un gran aliado en el tratamiento para el  Parkinson.

Se dice que los ejercicios como el yoga pueden retrasar el avance de la enfermedad de párkinson y mitigar algunos síntomas, también a sentirse mejor con ellos mismos. Unos efectos positivos que pueden ser muy importantes en el tratamiento de los pacientes de Parkinson.  También por los beneficios que aporta a la salud mental. Factores que no deben obviarse cuando se trata de la enfermedad de párkinson ya que, según destacan en el estudio, la depresión o la ansiedad tienen un gran impacto en los síntomas.

Movimiento y equilibrio: esta actividad requiere de concentración para llevar a cabo correctamente tanto las posturas que se realizan como los movimientos con los que pasamos de un ejercicio a otro. Esforzarse por mantener una postura adecuada mejora la coordinación y fortalece los músculos. De esta forma, el paciente con párkinson que practica yoga puede mejorar su capacidad motriz y su estabilidad. Algo importante para los pacientes de párkinson, ya que las caídas son frecuentes y las fracturas que provocan son causa de un alto porcentaje de los ingresos hospitalarios.

Incluir el yoga en el tratamiento para el párkinson mejora la forma física de los pacientes e incluso se ha conseguido reducir el temblor y los niveles de depresión.

Flexibilidad: la rigidez o la resistencia al movimiento afecta a la mayoría de las personas que padecen la enfermedad de párkinson. Por eso es importante incluir en la rutina del tratamiento ejercicios que trabajen la flexibilidad, como es el caso del yoga.

Estado de ánimo y sueño: mejorar estos aspectos físicos hace que el enfermo gane seguridad y se mantenga más activo y participativo. Pero además, son varios los estudios que relacionan la regulación de las hormonas responsables del estrés o la felicidad con la práctica del yoga.

En el párkinson, el tratamiento y calidad de vida están estrechamente unidos. (Y ya sabes el dicho, mens sana in corpore sano. ¿Por qué no empezar a saludar al sol?)